lunes, 27 de julio de 2009

Es una tarde tranquila. No dice nada, camina muda, pero muda de un silencio de descanso. Cada tanto está el murmullo de hojas secas, empujadas por el viento frío del sur. La veleta verde gira, y su flecha apunta al sol.

Porque es una tarde de sol velado, pero que igualmente calienta, y reconforta. Cerrar los ojos y sentarse en el pasto seco ayuda. Dos benteveos se pelean por las migas de pan, pero no como siempre. Batallan sin roce de alas, calladamente. El río helado fondea; piedras rodando en el lecho y algún que otro pez que salta, dejando círculos perfectos en la superficie.

Hay veinte ojos que miran, veinte oídos abiertos. Los dedos sólo ensayan, porque no hay reclamos de acción. No hay nieve, pero tampoco hay fuego. Las estrellas siguen lejos, y la luz es transparente. El camino se infinita, se desarma y se inmensura.

Es una tarde perfecta, porque no siente nada y siente todo, porque en el aire se mezclan las sensaciones más canallas y las más sinceras.

Es una Tarde de Tardes, como si fuera la última, o tal vez la primera.

domingo, 12 de julio de 2009

When the day breaks

Bueno, como algunos de ustedes saben (aunque no necesariamente los que dejan comentarios) es que ese cuerpo está de casi casi entrega de tesis. En estos días se define si, efectivamente, la entregamos YA YA, lo que sería un gran alivio.

Por eso es que me he instalado en el depto de mi compañera que, pobre, me tiene que sufrir aunque -acordemos- seguro le hago la vida un poco más interesante. Ha sido una semana de compu compu y más compu, de un par de recreos (algunos bien merecidos y otros no tanto), de mates con café, de un entabacamiento terrible que hasta Herr Ger pudo sentirlo del otro lado de su pc, y de perritos enfermos (pobre Simona!).

Hoy he vuelto a casa, para el almuerzo dominguero y familiar, pero mañana retorno al lobu de la Colón a continuar con la tarea. Como ahí no tengo internet ( no me sé la contraseña de don "Gachi Casa" pa' el WIFI) aprovecharé ya mismo para ponerme al día con los blogs vecinos.

Tengo un poquillo descuidada la Galaxia; estuve a punto de escribir una historia y dejarla acá, pero la tesis me está ocupando la neura así que quedará para después. Mientras tanto, necesito toda la mejor onda posible. Mi compañera la encuentra a través de la música, a través de lo que escucha (no saben lo que está laburando ese Winamp en estos días!); pero yo también a través de lo que veo.

Gracias al programa Caloi en su tinta descubrí hace ya muuchos años el espectacular, brillante y nuncabienpromocionado mundo de la animación independiente. Algunas cosillas las tengo registradas en VHS, otras (las menos) en DvDs. Youtube me ha dado la oportunidad de visitar (aunque de manera rudimentaria) las animaciones que más me han gustado. Y yo soy de la opinión que si algo es bello y te entra por los ojos, llega al alma y te cambia el día.

Por eso para arrancar la semana, modo de auto-complacimiento y para poder disfrutar los próximos ásperos días, me y les dejo "When the day breaks" (1999). Tal vez algunos de ustedes ya la han visto u oído nombrar. Es una obra maestra, una joyita de la animación canadiense ganadora de numerosos premios.
Van a notar que no sólo les entra por los ojos sino también por los oídos. La sutileza y versatilidad de los sonidos cotidianos que abundan en las mañanas es simplemente exquisita. El tostador, la pava hirviendo, el timbre del verdulero... Esas cosas que suenan de ordinario y que no sabemos que, tal vez, nos estén interconectando a vos, a vos y a mí en esta gran red urbana, a pesar de las distancias.

No me voy a poner en reseñadora. Véanla, disfrútenla, en lo posible a las 8.30 am, con un tazón de café con leche y una tostada con manteca y azúcar. Nos vemos en los comentarios!



sábado, 4 de julio de 2009

Lennon y la gripe porcina

John nos avisó y no supimos darnos cuenta.

En el video que aparece abajo, presten atención entre el minuto 1:10 y 1:35 y se sorprenderán...






No, por favor, no me lo agradezcan.
Estamos para servirles.