En el '86 casi no tenía memoria. Apenas comenzaba a establecer las conexiones neuronales necesarias para que mi cerebro empezara a pulsar la tecla O REC. Creo que, en casa, estaban más ocupados en dormir las pocas horas que mi recién nacido hermano les dejaba, y en atender los berrinches de la hinchapelotas de tres años.
Hay una foto, de la instamatic: Nico de dos meses en su cuna, con la remera y el logo alusivo. Fuera de la imagen debo haber estado yo, con una remera cedida por un tío, la pancita asomándome debajo del "Argentina '78".
Para el '90, mi cassette mental ya estaba corriendo. Recuerdo el paseo a la Isla de Los Patos, un domingo típico de otoño, frío y soleado. En fila todos los scouts, y delante nosotros, los más pequeños: curiosamente, a los pininos nos decían las "alitas", un apodo que me pondrían de casualidad una década después.
Puente Santa Fe, Avenida Castro Barros (ojo, crucen de la mano!) y subir por Zapiola. Todos volviendo de la excursión, y cantando a viva voz una canción que yo escuchaba por primera vez, que me resultaba extremadamente original y que se me pegaría por el resto de mi vida: "Vamo' vamo', Argentina. vamo' vamo' a ganar, que esta banda... quilombera... no te deja-notedejadealentaaar"... Ese día, también, recibiría mi primera banderita celeste y blanca de plástico.
Recuerdo también las caminatas a la Coca, de la mano de mi tío Pablo, el de la remera. Todo para cambiar los dibujos de la cuadrada mascota por la oportunidad de meter la mano en un buzón y sacar tapitas con letras. Yo probé, saqué la U. La U era la facilonga. Llegamos a formar quince veces la palabra MUDIAL 90. Y la fucking N nunca salía. Ni siquiera cuando intenté "falsificarla" sobre la A con una Sylvapen negra.
Tengo amigos que recuerdan ese Mundial con mayor nitidez, especialmente la famosa canción. Toda emoción, y sentimiento, esa canción. Nunca registré la canción. Pucha, lo mejor en composición musical, y yo vengo a acordarme de la insulso tipito dibujado sobre papel cuadriculado.
El '94 es una nebulosa. La "worcupusa" y el bendito perro símil Pluto que apareció en cuanto producto comestible se comprara en casa. Y en el mundo, supongo.
Dos cosas: primera vez que escucho la palabra doping, que sería keyword obligada de todos los noticieros, programas deportivos, análisis, columnas, diarios, y reportes radiofónicos por meses. Y el triunfo de Brasil, los festejos en las calles de Rio de Janeiro, una columna inmensa de gente verdeamarela gritando y mi mamá suspirando resignada y diciéndome: "Mirá, ellos son los que más veces han ganado".
Tres cosas, mejor dicho: a partir de ese año, Brasil ganaría un lugar en mi cabeza como alguien con quien sí o sí hay que competir. Y al que hay que tenerle un poco de miedo...
Hay una foto, de la instamatic: Nico de dos meses en su cuna, con la remera y el logo alusivo. Fuera de la imagen debo haber estado yo, con una remera cedida por un tío, la pancita asomándome debajo del "Argentina '78".
Para el '90, mi cassette mental ya estaba corriendo. Recuerdo el paseo a la Isla de Los Patos, un domingo típico de otoño, frío y soleado. En fila todos los scouts, y delante nosotros, los más pequeños: curiosamente, a los pininos nos decían las "alitas", un apodo que me pondrían de casualidad una década después.
Puente Santa Fe, Avenida Castro Barros (ojo, crucen de la mano!) y subir por Zapiola. Todos volviendo de la excursión, y cantando a viva voz una canción que yo escuchaba por primera vez, que me resultaba extremadamente original y que se me pegaría por el resto de mi vida: "Vamo' vamo', Argentina. vamo' vamo' a ganar, que esta banda... quilombera... no te deja-notedejadealentaaar"... Ese día, también, recibiría mi primera banderita celeste y blanca de plástico.
Recuerdo también las caminatas a la Coca, de la mano de mi tío Pablo, el de la remera. Todo para cambiar los dibujos de la cuadrada mascota por la oportunidad de meter la mano en un buzón y sacar tapitas con letras. Yo probé, saqué la U. La U era la facilonga. Llegamos a formar quince veces la palabra MUDIAL 90. Y la fucking N nunca salía. Ni siquiera cuando intenté "falsificarla" sobre la A con una Sylvapen negra.
Tengo amigos que recuerdan ese Mundial con mayor nitidez, especialmente la famosa canción. Toda emoción, y sentimiento, esa canción. Nunca registré la canción. Pucha, lo mejor en composición musical, y yo vengo a acordarme de la insulso tipito dibujado sobre papel cuadriculado.
El '94 es una nebulosa. La "worcupusa" y el bendito perro símil Pluto que apareció en cuanto producto comestible se comprara en casa. Y en el mundo, supongo.
Dos cosas: primera vez que escucho la palabra doping, que sería keyword obligada de todos los noticieros, programas deportivos, análisis, columnas, diarios, y reportes radiofónicos por meses. Y el triunfo de Brasil, los festejos en las calles de Rio de Janeiro, una columna inmensa de gente verdeamarela gritando y mi mamá suspirando resignada y diciéndome: "Mirá, ellos son los que más veces han ganado".
Tres cosas, mejor dicho: a partir de ese año, Brasil ganaría un lugar en mi cabeza como alguien con quien sí o sí hay que competir. Y al que hay que tenerle un poco de miedo...
¿Y vos? ¿Donde estabas?
4 comentarios:
En el mundial del 66, mirè Argentina - Inglaterra, junto con dos docenas de vecinos, en el living de casa. Era el ùnico televisor del barrio. Como putearon al àrbitro! Las mujeres se enojaron, por "lenguaje imptopio". Casi echan a todos. El televisor, era un "Zenith", que medìa un metro por un metro de lado.
En el 70, no entramos. Mirè lo mismo, y recuerdo a mi viejo puteando a Pelè.
En el 74, yo estaba màs interesado en empomarme una minita, que en el fùtbol. Pero me acuerdo de Holanda, la "naranja mecànica", que perdieron la final y mi viejo decìa que Cruyff, era puto.
En el 78 habìa empezado la Facultad, era campeòn de ajedrez, y el fùtbol ni lo seguìa. Ni salì a festejar, pero mi viejo me regalò la entrada para ver un partido, y fui: Argentina 6 Perù 0. Que kilombo!
En el 82, vi el partido Brasil 3 Argentina 0. Y opinè que Maradona no servìa.
En el 86, otra vez, no le di bola. Pero vi la final en casa de mis suegros. Contento, si. Pero no salì a festejar.
En el 90, lo seguì un poco màs. Me gustaba como jugaba Caniggia. Làstima, perdimos. Que se joda Maradona, enano comilòn.
En el 94, entramos por la ventana. Para que vamos? decìa yo. Tuve razòn.
El del 98 fue el mundial màs desabrido de la historia. Yo me habìa puesto una fàbrica, todo me marchaba bien, y al futbol, ni pelota. Pero recuerdo el cabezaso de Ortega al arquero holandès. Chau.
En el 2002, fue el que màs me apasionò. Los putiè del primero al ùltimo como hasta Agosto. Con Veròn primero.
En el 2006, lo seguì tibiamente. Me parece un tipo serio, Pekerman. Pero igual, creo que vi dos partidos, y no completos. Me aburro.
2010 y todo es expectativa. Estoy aplicando el "Telecomando mental" para que se abran los cielos, y un rayo, salido del culo de un serafìn, le dè a Maradona en los cuernos. O a Messi. O ambos.
Saludos
Del 86 no tengo ni recuerdos, tenía 2 años.
El del 90 me agarrço con cambio de escuela y barrio, recuerdo que armaron una carpa en el patio del colegio para ver los partidos pero "los de primero no pueden entrar" y al final la indignación de mi familia al perder y un vecino que salió con una cacerola a la calle.
Para el 94 me había leido todo sobre los mundiales, recuerdo que fui acusado por mi familia como el mentor del fracaso argentino, el último partido no lo vi sentado en el lugar de siempre desafiando la cábala.
El resto te cuento en el próximo post.
Abrazo
Yo estaba en la colimba. El día del partido con los ingleses, de franco en casa de unos tíos.No le di ni bola al partido.
En la final, estaba de guardia, así que tampoco. Todo se significó con el tiempo.
Solo voy a dejar esto por aqui...
http://www.youtube.com/watch?v=TahSjSjOE9o
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