A ver. Todo bien. Pero no entiendo.
No entiendo por qué si querés que te respeten, que respeten tu luto, tu dolor justificado, tus ganas de estar triste... termines puteando al que te está puteando porque no te respetan, ni respetan tu luto, tu dolor justificado, tus ganas de estar triste.
Te dicen, ponéle, "no podés, hijo de puta". Y vos respondés "no, pará, vos no podés, hijo de puta".
Más allá de todo, después de todo, al fin y al cabo, esencialmente: no estás devolviendo el respeto que pedís y que, por supuesto, te corresponde.
No lo devolvés porque no lo recibiste, me dirás.
A ver. Todo bien. Pero después de todo, al fin y al cabo, esencialmente: ¿ése no será nuestro gran problema?
...Tal vez sí lo entiendo. Pero, en realidad, no lo quisiera entender.
Esto fue escrito en caliente hace dos días, entre censos y lutos. Lo publiqué en la red social, y fue muy satisfactorio escuchar distintas opiniones al respecto. Hay gente que comentó y que nunca ví en mi vida, a otros los conozco hace un tiempo. Cada uno de ellos planteó lo que había interpretado de forma correcta y educada. Nadie espetó, respetaron. Me alegró saber que me rodeo de gente así. Y si aún, después de dos días, lo plasmo acá en mi blog, es porque esa alegría no alcanza para sobreponerme a la tristeza de seguir observando tanta, pero tantísima virulencia, polaridades, oposiciones extremistas.
Si sos Blanco todos los blancos te aplauden el comentario, te festejan el discurso, te alientan a seguir blanqueando las paredes. Lo último estaría bien si no fuera porque, si sos Gris, ese Blanco te putea por tibio, poco comprometido, por negarte a ver la realidad, que es ÉSTA, la blanca, mirá la pared, es blanca! Y bueno, si sos Negro el Gris te entiende por la mitad mientras vos intentás salpicarlo un poco a ver si se decide, y el Blanco (obvio) te putea por Negro.
Y viceversa, no? El Blanco, el Negro y el Gris hacen lo mismo.
Podrías decirme que lo anterior es una forma demasiado simplista y hasta ignorante de plantear nuestra realidad. Y yo estaría de acuerdo con vos, es más, suelo rechazar tales reducciones de las cosas a plantearlas en términos de blanco-gris-negro.
Pero, desde hace un tiempo ya, ESO es lo que veo. Un cuadro que solía tener colores, y ahora está fotocopiado.
Un país River-Boca, con la violencia que conlleva... me cuesta horrores.